Julia Sanjurjo - Voz / Valentin Garvie - Trompeta y Flugelhorn / Nataniel Edelman - Piano

Grabado el 13 de Septiembre de 2019 en el Centro Cultural Cuerda Mecánica, Buenos Aires, Argentina.
Técnico de grabación: Santiago Bajder
Mezcla y Masterizacion: Mariano Míguez
Obra de portada: Nataniel Edelman

Liner Notes por Michael Attias:

Any great melody is a miracle. The mystery of its synergy and precisions is what keeps a music green. It’s what threads the stars into constellations, it’s the moon in a window, the reflection of a face in a dark mirror. Lend it breath and touch, heart brain and bone and the singular dream-life that is yours; play it like it’s the first time, or the last, no in-between.

The song is a room you enter, three lovely creatures of sound appear, their faces bathed in its aura. They are tight-rope walkers and the melody is the rope, they are acrobats of the Inside. The song breathes through them as much as they breathe themselves through it.

The notes shimmer in Julia’s voice, Nata’s overtones, in the breath-becoming-tone of Valentin´s trumpet; shimmer and vanish, nothing is forced, erased the trace of the scent lingers. It’s the oldest and deepest thing musicians can do together, share a song, let it cast its spell, live in its glow for a while. Night, day, time, memory, all a dream, for all we know…

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Una gran melodía es un milagro. El misterio de su sinergia y sus precisiones es lo que mantiene a la música viva y floreciente. Es lo que hilvana las estrellas en constelaciones, es la luna en la ventana, el reflejo de un rostro en un oscuro espejo. Entrégale tu aire y tacto, corazón, mente, cuerpo, vida y sueño; tócala como si fuera la primera vez, o la última, sin punto medio.

Una canción es una habitación a la que uno entra, tres bellas criaturas sonoras aparecen, sus semblantes bañados en su aura. Son equilibristas y la melodía es su soga, acróbatas de lo Interior. La canción respira y sopla a través de ellos, y ellos a través de ella.

Las notas resplandecen en la voz de Julia, en los armónicos de Nataniel, en el aliento transformándose sonido de la trompeta de Valentín, brillan y se esfuman, nada es forzado y borrado el rastro, el perfume persiste. Es lo más antiguo y profundo que los músicos pueden hacer juntos, compartir una canción. Entregarse a su hechizo y morar su resplandor por un rato. Night, day, time, memory, all a dream, for all we know..."

Michael Attias.